viernes, 23 de julio de 2010

El espacio musical (y Animal Collective)

La noche del domingo pasado me di cuenta que estaba inquieto. Me encontré frente a esa sensación de no sentirme cómodo en ningún lugar de la casa, de no estar seguro de tener hambre, sed, frío o calor, sueño, ganas de salir a correr o mirar televisión. Un domingo a la noche, y sobre todo si durante el día dormí mucho y no hice casi nada, suele ser propicio para este tipo de cosas. Ansiedad. El día estaba perdido. Necesitaba algo para serenarme o más bien para detener mi desborde de sensaciones. Me acurruqué en el puf al lado de la estufa y me quedé ahí tirado sin saber qué hacer.

De golpe lo vi clarísimo: un bálsamo musical pero al mismo tiempo estimulante, capaz de encausar mis sensaciones hacia algún lugar concreto (aunque fuera imaginario).

Me acomodé en el sillón y me puse los auriculares grandes para tener un buen sonido, pero cuando estaba por darle play me di cuenta que algo andaba mal: a mi alrededor los objetos no estaban preparados para la ceremonia, para el proceso de escuchar. La noche anterior habían venido mis amigos y vi los vasos y platos que estaban apilados en la cocina sin lavar. Lavé todo lo que estaba sucio, saqué la basura, acomodé las sillas, guardé un par de zapatillas en el ropero y colgué camisas y camperas. Apagué algunas luces, cerré un poco las cortinas y con el departamento casi a oscuras me acomodé de nuevo en el sillón. Antes de ponerme a escuchar necesitaba prepararme y recién entonces me pude disponer a sentir la música de Animal Collective sin interrupciones.

Con esto quiero decir que el ambiente condiciona mucho la música y la manera de percibirla (sobre todo a bandas como ésta), y saber manejarlo es una parte importante de todo el ritual, como una especie de Feng Shui musical. Animal Collective no es una banda fácil de escuchar porque además de ser musicalmente compleja puede resultar tan abrumadora que hace falta (o al menos a mí me gusta así) tomar algunos recaudos antes de hacerla sonar. Puedo estar loco, pero si no estoy cómodo con lo que me rodea no puedo disfrutarla plenamente y siento que me pierdo de mucho. Es como comer un plato delicioso y tener a alguien fumando al lado, o tocar la mejor guitarra del mundo con las cuerdas oxidadas.

Creo que para escuchar cierto tipo de música hace falta tener una predisposición para abordarla, una cierta proactividad hacia ella. No podemos esperar que la música nos cautive si no ponemos nada de nuestra parte y esto implica desde una apertura mental para escuchar (y sentir) cosas nuevas, hasta temas prácticos como tener un buen sonido o estar cómodo con el ambiente. Esta apertura o proactividad es uno de los dos ejes fundamentales para que la música evolucione: además de artistas creativos que se atrevan a romper con los paradigmas musicales de cada momento, hacen falta personas que estén dispuestos a abrirse para escucharlos.

Anecdóticamente, esa noche de domingo que venía barranca abajo me quedé en la misma posición por más de una hora y media poseído por la maravillosa música que hace esta banda de 4 genios, deleitándome con la variedad de sonidos, ritmos, climas. Escuché dos discos enteros; dos discos bien pensados, con temas que fluyen uno tras otro y mantienen una clara identidad de principio a fin: Feels (el tema Bees lo escuché 2 veces -es demasiado perfecto como para dejarlo pasar de una-) y luego Merriweather Post Pavilion, su último disco. Cuando terminé me sentí tranquilo: mi domingo no estaba perdido.

En el 2008 tocaron gratis en Lima una semana después de pasar por BA. Hice 2 horas de cola y a 20 metros de la puerta no dejaron entrar más gente…

Los dejo con dos temas de Animal Collective, uno de cada uno de los discos que mencioné. Si no conocen a esta banda les sugiero (y es sólo una tímida sugerencia) que se consigan un buen sonido (fundamental siempre, y si escuchan desde la computadora traten de usar headphones) y que no se apresuren en ponerle etiquetas a esta música casi inclasificable (aclaración: "música de mierda" también es una etiqueta, y creo que de las más inapropiadas).

Amigos y desconocidos, espero lo disfruten:

(si la playlist no carga bien dénle actualizar o F5 para que vuelva a cargar)


http://animalcollective.org/

4 comentarios:

Anónimo dijo...

yo los vi en la trastienda en baires en 2008 y me volaron la cabeza aunque apenas conocia...
buen post y espectacular banda, su ultimo disco es alucinante con algunos temas que te ponen muy para arriba
saludos rubio
cristian

vak dijo...

ciertamente.

la musica no es solo una experiencia auditiva, hay que preparar el terreno. incluye todos los sentidos y aun mas. incorpora al mas complejo de nuestros organos, el [agrega el adjetivo que prefieras] cerebro. y aun mas. te puede llegar al alma. por eso si el terreno no esta preparado para esa musica, incluso la experiencia puede ser negativa. "sacame esta musica". o cuando le muestro un tema a alguien y me dice "no me gusto" yo pienso "que salame, me equivoque de momento".

si ese mismo domingo a la noche en que pusiste animal collective, tu voluntad no era la suficiente como para ordenar la casa, quizas lo que correspondia era poner intoxicados, que suene "de la guitarra" y mirar ese vaso con fondo de cerveza por media hora hasta que entienda que no lo pensas levantar y que va a dormir toda la noche sucio arriba de la mesa. y a dormir mientras suena "duermete niño".

importantisimo el ambiente. todo importa. como la mariposa que hace un huracan en japon.

María dijo...

Tu texto hizo que una señora de cincuenta escuche atentamente a Animal Collective... y que además le fascine.
Keep on writing, never stop...

Anónimo dijo...

necesitas mas publicaciones, este blog esta bueno y escribis muy bien, pero tenes que darle constancia