sábado, 20 de marzo de 2010

Screaming Headless Torsos


Creo que la buena música es aquella que logra llegar al exclusivo lugar donde sólo acceden las cosas que conmueven.

Algunas bandas, artistas o géneros tienen la característica de hacerse desear mucho. Es a las que a veces, muy equivocadamente, denominamos "de gusto adquirido". Estas bandas nos gustan en realidad desde el principio, sólo que nos cuesta darnos cuenta. Sino no se explica porqué seguimos insistiendo en escucharlas. En esa música hay algo que no se entiende o no se puede conquistar, hasta que finalmente te atrapa. En mi caso puedo pensar en el Jazz como un ejemplo de esto.

Otras bandas tienen un estilo que nos va envolviendo de a poco, que seduce lentamente y nos conduce por caminos alternativos del goce musical hasta que de pronto llega a ese lugar, y ahí es cuando decimos "ah...esto es muy bueno". El recorrido hasta allí se disfruta mucho, pero el clímax recién se alcanza cuando te das cuenta de la magnitud de lo que estás escuchando.

Pero también existen (por suerte) las bandas que se ahorran todo discurso previo, toda histeria y falsa modestia y van directo al grano. Con estas bandas hay que tener cuidado porque nos pueden explotar en la cara como una bomba. Siempre hay que estar preparado, tener fe y andar con la esperanza de encontrarlas a la vuelta de la esquina. Porque cuando se nos ponen en frente hay que abrir la cabeza y disfrutarlas al máximo.

Screaming Headless Torsos es una de estas bandas. El cabrón de Dave Fiuczynski te mira a la cara y sin ningún aviso saca un garrote y te parte la cabeza. Así de simple. Recuerdo perfectamente una noche de estudio hace muchos años, 2002 si no me equivoco, mientras escuchaba un programa de radio de Fabián Couto que se llamaba "acariciando el filo de la noche", el tipo pronunció este nombre largo y raro y puso uno de sus temas. Nunca me avisó lo que iba a venir y yo quedé shockeado y no pude seguir estudiando. Al poco tiempo los fui a ver por primera vez y fue un show alucinante.

Ayer, después de 8 años, volvieron a Buenos Aires y tocaron a 8 cuadras de casa. Ahí estuve con mi amigo La Tortuga, que vino por mi recomendación y quedó agradecido. Dos horas de una presentación implacable.

Siempre salgo de este tipo de recitales inmensamente alegre, lleno de energía y con la certeza de que acabo de ver una obra maestra reservada para unos pocos. Pero al mismo tiempo no puedo evitar sentirme un poco abrumado por la exquisitez de lo que acabo de escuchar, por el dominio perfecto de un instrumento al que yo trato de manejar hace 16 años. En otras palabras, me convenzo una vez más de que soy un pésimo guitarrista y cuando llego a casa y miro mis guitarras casi les pido perdón de rodillas.

Armé una breve playlist de 2 temas: el primero es un tema más fácil de escuchar, uno de sus ‘clásicos’ si es que así puede llamarse a una canción conocida de una banda poco conocida. El segundo es un tema engañoso y muy peligroso. Déjense llevar por la increíble voz de Dean Bowman, un verdadero maestro del canto, y atenti al solo desquiciado de Fiuczynski que arranca en el minuto 3:38. Parece decir “mi guitarra ya no me alcanza para transmitir todo lo que siento”. Estoy seguro de que después de grabarlo la partió a golpes contra el piso. Yo al menos hubiera hecho eso.

Para ustedes, mis amigos y desconocidos, Screaming Headless Torsos. Y no digan que no les avisé.

(si la playlist no carga bien dénle actualizar o F5 para que vuelva a cargar)


http://www.torsos.com/

3 comentarios:

paco r dijo...

SHT es una de los secretos mejor guardados del jazz/funk, vanguardia y talento puro
era hora que alguien le dedique algo a estar banda del carajooooo
buen post bien ahi rubio
abrazos,

paco

pd. jajaj....me rei mucho con lo del garrote...es tal cual!

paco r dijo...

ah me olvidaba...impecable seleccion de temas !!

nico de saavedra dijo...

de casualidad llegue y leo varios de tus textos, muy buenos todos pero nunca espere encontararme con uno de los screaming!! es mas yo fui a este recital...es asi como lo describis...un abrazo y segui